Nosotros, uno

Una vela encendida que me embriaga con su olor vainilla...
Un vara de incienso que deja ebrios mis sentidos...
Un CD titulado "Música Árabe-Rusa"...

Y todo un nuevo día a oscuras que empieza, pero no un día de esos anotados en el calendario, este momento está entre un número rojo y uno negro, un mancha de café entre ambos. Y un recuerdo suave como un susurro que me recuerda no gustarme el café... un susurro que me avisa de que aún se desconoce el paradero del creador de este día. Que yo soy yo, y que yo no he sido.

Plena noche, una noche fresca salpicada de estrellas que me hace sentir vivo, mientras un escalofrío azota mi cuerpo... sentirlo todo... un olor relajante, un sabor cristalino, una vista dulce, un sonido brillante, un tacto frío... mi mente disipada dentro de una esfera de 1 cm de radio... flotando a la deriva en un universo entre azul y rosa.

Mmm... si... tus dedos clavándose en mi espalda, tus nudillos atornillándose entre mis huesos...
- ¿Hoy tampoco, cielo?
- (pausa)... Gracias por abrazarme
- Para ti.
- ¿Desde cuando una mujer regala flores a un hombre?
- Siento no haber podido alcanzarte una estrella.
- Gracias, te quiero.
- Lo se... te quiero.