miércoles, enero 18, 2006

Estaciones

Aprendí a volar, surqué el océano bailando con las nubes, siempre lejos del agua; sabes que nunca me dio la suficiente confianza acercarme a ella si tú no estabas conmigo. Jugué con las estrellas, saltando de una a otra mientras me hacían cosquillas en los pies hasta acabar recostado en la Luna, para que cada noche pudieras verme.

Desperté. Aturdido, me di cuenta de que había perdido mis alas celestes por tener la cabeza en la tierra. Resbalé de la Luna cuando ésta menguaba, caí al océano, solo, asustado, arrastrado por la corriente del recuerdo durante un tiempo que no podría precisar... hasta despertar en tu playa. Fui rescatado por una gaviota quien me enseñó a como no pincharme descalzo entre las rocas; rocas donde conocí a un pez quién me enseñó a nadar sin rozar el agua.

Nadando llegué al Círculo Polar donde aprendí a patinar a ras de suelo sobre piedras, preferí arañar mis manos a mis pies. Me dolió tocarte pero... pude seguir andando.

Ahora tras el deshielo producido por la sangre de mis manos, me alejo mirando atrás y surco de nuevo el océano sobre una placa de hielo, donde brilla el sol... donde siempre hace frío.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

That's a great story. Waiting for more. » »

6:53 p. m.  

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