sábado, enero 14, 2006

Refugio de fuego

Te puedo hacer volar, pero no puedo darte alas... lo siento, pero yo no subo contigo, siento vértigo y me mareo. Fui Ícaro, inconsciente volé más alto de lo recomendado escalando los rayos del sol, hasta cegarme con el brillo de sus pupilas y caer rendido a tus tobillos.
Hoy clavé mis pies al suelo para no huir de mí mismo, y lancé lejos mis alas para no poder alcanzarlas, esperado por Fobo, aterrado por Deimo, vendé mis ojos para aligerar peso en mi viaje, sin duda, ver la realidad pesa demasiado en estos momentos. Ahora que la luz se apaga, todo empieza a tomar otro punto de vista; menos luz y un mundo más claro... La ausencia de tus besos crea escarcha en mis labios que quema mis ganas de volver. Y es mi anhelo el que siente tu aliento acariciando mi espalda como acaricia una fusta.
Y sin embargo aún siento que... Tu eres mi refugio, mi escudo, mi fuerza y mi roca...